¿Has sentido que tus palabras caen en oídos sordos o que, a pesar de tus esfuerzos, no logras persuadir a los demás?

Hoy te hablaré de Pablo, un emprendedor en ascenso con una startup prometedora.

Tenía ideas innovadoras, un equipo talentoso y todos los recursos necesarios para triunfar.

Pero había un obstáculo: cada vez que presentaba su proyecto, parecía que no lograba convencer a inversores y socios potenciales.

Pablo comenzó a preguntarse: ¿Qué estoy haciendo mal?

1 - Empatizar antes de comunicar: Pablo entendió que la comunicación efectiva comienza con la empatía. Empezó a escuchar activamente, a ponerse en el lugar de su interlocutor y a adaptar su mensaje según las necesidades y preocupaciones del otro.

2 - Claro, conciso y concreto: Menos es más. Pablo aprendió que ser directo y evitar rodeos, manteniendo la esencia de su mensaje, resultaba en una comunicación más impactante y persuasiva.

3 - Uso de historias: Nada conecta más con las personas que una buena historia. Pablo comenzó a relatar experiencias personales, éxitos y desafíos, creando una conexión emocional que facilitaba la persuasión.

Tras implementar estos cambios, Pablo notó una diferencia significativa en sus presentaciones y negociaciones. Su capacidad para influir y persuadir aumentó exponencialmente, y las puertas que antes parecían cerradas comenzaron a abrirse.

Si, al igual que Pablo, sientes que la comunicación efectiva te elude, no te desanimes. Recuerda que el lenguaje es una herramienta poderosa que, con la técnica y enfoque adecuados, puede transformar tus interacciones y llevar tu negocio al siguiente nivel.

Adil Grimaldo

Departamento de Marketing